La película “Hombre Lobo” cumple cabalmente con mantener al espectador en su asiento brindando momentos de suspenso y terror: Está en su semana de estreno en los cines
¡Cuidado con este lobo!
Por: Miguel Angel Arritola
En una escala de 5 al 10, “Hombre Lobo”, (“Wolf Man”, Estados Unidos/2025) del escritor y director australiano Leigh Whannell alcanza un 10 redondito.
La cuarta película de Whannell es verdaderamente interesante y creativa. Aquí no hay balas de plata ni lunas llenas ni hombres lobos que se transforman de manera espeluznante.
Whannell y el coguionista Corbett Tuck le dan un giro totalmente distinto a un mounstro violento y sangriento.
La interpretación de Whannell a este “Hombre Lobo” se aleja terminantemente de ese ser que todos tenemos en mente: la historia está más enfocada a los personajes centrales y se permite desnudar los sentimientos más íntimos de ellos, esos sentimientos de culpa, de abandonos y de amor a la familia.
De pequeño, Blake (Christopher Abbott) vive en una casona ubicada en medio de bosques y montañas de Oregón junto a su padre de quien recibe una educación severa y estricta.
Ambos salen a la caza, pero algo sucede cuando a lo lejos escuchan un aullido extraño a los animales que ahí habitan.
Blake se aleja de su padre y con escopeta en mano, busca dispararle a ese animal, pero su padre enfurece y le grita que en el bosque hay misterios que pueden acabar con su vida.
Ya en casa, Blake escucha a su padre hablar con un amigo a quien le confiesa que en el bosque hay un animal raro, con sonidos extraños, similares a un ¿hombre lobo?
Sin más, la película salta a un “y 30 años después”….
Y es donde Whannell muestra a un Blake ya adulto, viviendo en Nueva York, con su esposa Charlotte (Julia Garner) y su adorable e inocente hija, Ginger (Matilda Firth).
Es obvio que la relación de pareja está pasando por una fuerte crisis; ella es una exitosa periodista y él un escritor sin trabajo y de muy mal humor.
De repente, Blake recibe una carta de Oregón con unas llaves de su casa, aquella casa donde vivió de pequeño con su padre.
La misiva le exige que debe de regresar, su padre ha muerto.
Y en ese regresar a su origen con esposa e hija suceden cosas espeluznantes ya que poco antes de llegar a su casa, un monstruo los intercepta y es donde la cinta arranca y no para de brindar momentos de verdadero terror, un terror delicado y elegante.
“Hombre Lobo” tiene a su favor muchas virtudes.
Uno: El elenco convincente y muy profesional.
Dos: El sonido, tan fundamental para crear ese ambiente de terror.
Tres: La cinematografía, la ambientación, los tonos oscuros con los que está “vestida” la película.
Hay realmente momentos de tensión y Leigh Whannell los ofrece de poco a poco, en “sorbos”, para llevar al espectador a su terreno, al terreno del suspenso y terror.
“Hombre Lobo” tiene una narrativa tan ágil y perfecta que créame, nadie se acuerda que faltaron las balas de plata y esas inquietantes lunas llenas, tan propias de los hombres lobos.
Está en su semana de estreno en los cines.
Vaya, le aseguro que pasará momentos de genuino terror.