Si gusta de series dramáticas narradas de manera valiente, con actuaciones poderosas y con una narrativa ágil y atractiva, sin duda, “La hermanas Guerra”, (2024) es una excelente opción
Ahora que la barra de telenovelas de “El Canal de las Estrellas”, (que honestamente ya no sé ni cómo se llama, si Televisa o “Estrellas” o qué) está sufriendo de una crisis de originalidad en sus historias, “Las hermanas Guerra” viene a ser una excelente opción para disfrutar de una serie con todos los ingredientes propios de un culebrón “de aquellos”.
Y no es que “Las hermanas Guerra” sea una telenovela, pero coquetea deliciosamente con este género…¡y de qué manera!
En esta serie que consta de 20 capítulos, (cada uno de ellos con una duración entre 30 y 45 minutos), se habla de amor, traición, codicia, venganza y odio, sin duda, elementos que debe tener un buen melodrama.
Y es que el escritor y guionista chileno José Ignacio Valenzuela sabe escribir historias de una forma ágil y entretenida; maneja hábilmente las emociones no sólo de sus personajes, también del público que cae “redondito” en sus relatos.
Eso sí les digo: Cada episodios va de más a más.
No hay un minuto muerto ni desperdiciado.
El “Chascas”, como también se le conoce a Valenzuela, es amo y señor del melodrama, se le da y de manera muy generosa y aquí está la prueba.
La historia de “Las hermanas Guerra” va más o menos así:
Son dos mujeres independientes, insumisas, de carácter fuerte, dueñas de una personalidad arrebatadora.
Una, por así decirlo, más buena que el pan, Perla Guerra, (Ana Serradilla).
Otra, por así decirlo, es más mala que la carne de puerco, Adriana Guerra, (Claudia Álvarez).
Cuando Adriana se va a casar, descubre a su hermana Perla teniendo sexo con el que será su marido, Bernardo Centeno,(Christian Tappan).
Ante tales hechos, Adriana sale corriendo de la ceremonia, seguida de Perla, ambas se suben al mismo carro y en un forcejeo, sufren un accidente automovilístico teniendo como resultado que Adriana quede incapacitada para ser madre.
Lo que viene después es una lucha feroz y una sed de venganza entre ambas que sólo se puede terminar de una manera: La muerte.
La serie, creada y escrita por José Ignacio Valenzuela, bajo la dirección de Carlos Villegas e Iker Dupeyrón, es protagonizada por Ana Serradilla, Claudia Álvarez, Ana Valeria Becerril, Erick Elías y Bernardo Flores.
En “Las hermanas Guerra” todo sucede con una rapidez que asombra pero que gusta.
El guion de José Ignacio Valenzuela es vibrante y expone crudamente a cada uno de los personajes: los desnuda, los exhibe y los pone a vista de todos para que cada quien forme su propio juico.
“Las hermanas Guerra” es audaz en su contenido y en la narrativa gana mucho, en ningún momento cae en tedio.
El punto a favor de “Las hermanas Guerra” es un texto claro y directo y punto y aparte es el casting; todos están justo en su rol. Las locaciones, en el estado de Durango, son maravillosas.
En el transcurso de la serie aparecen personajes intensos como el de Pedro, (Bernardo Flores), hijo de Adriana y Jacinta/Itzel, (Ana Valeria Becerril), hija de Perla.
Aplaudo la actuación de Erick Elías en el rol de enamorado de Perla y me atrapó el desempeño vibrante de Bernardo Flores, con esa personalidad tan seductora en pantalla.
Ana Serradilla y Claudia Álvarez son intensas en sus personajes, cada una de ella tiene a su favor que son actrices con trayectoria que saben arropar cualquier papel que se les brinde.
“Las hermanas Guerra” es una serie intensa y provocativa, está en Netflix y en una escala de 5 al 10, esta nueva apuesta del escritor y guionista chileno José Ignacio Valenzuela merece un 9.
Amo esa manera que tiene el “Chascas” de entrelazar historias y jamás perderse en ellas.
Ojalá y venga una segunda temporada.
Espero que sí.