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Esta serie italiana, compuesta por seis episodios, explora un romance controvertido entre una mujer de 60 años y un hombre muy joven

 

Por: Miguel Angel Arritola

¿Hasta qué edad son permitidos en las mujeres los límites del deseo?

¿Tiene derecho una mujer de 60 años a  volverse a enamorar?

¿Puede una mujer mayor enfrentar el juicio de una sociedad que espera que su vida amorosa haya terminado?

Esta es la propuesta de “Engaño”, (“Inganno”) serie italiana dirigida por Pappi Corsicato que explora los desafíos y emociones que enfrenta una mujer de sesenta años ante el amor de un joven mucho menor que ella.

“Engaño” es como una telenovela de Televisa, pero bien hecha, con una historia llena de intrigas, engaños, traiciones.

El punto fuerte de “Engaño” es la precisión con la  que el director mueve a sus dos personajes principales, los sacude, los explota y los lleva a los límites del deseo permitido y no permitido.

El desafío de la serie estriba en desnudar de manera delicada y respetuosa el sentir de Gabriella, (Monica Guerritore), una dama elegante y hermosa que a sus 60 años se da otra oportunidad de volverse a enamorar.

Gabriella está separada de su marido y vive bajo el yugo de sus hijos, dos de ellos gays “reprimidos” y una hija que le vale tres cacahuates su vida y la de los demás.

De entrada, se hace hincapié que Gabriella, quien es dueña de un lujoso hotel en la idílica Costa Amalfitana, sólo es el soporte económico de sus hijos y que un cumpleaños más en su vida no es motivo de fiesta para nadie, ni  para ella misma.

Por eso cuando llegan sus hijos a su departamento para festejarla “de entrada por salida” con un pastel, entiende que ellos tienen una vida…lejos de ella.

En ese hastío, un día se asoma al balcón que da al mar y se ve a un atractivo joven que está a punto de despojarse de sus ropas para entrar a nadar.
La desnudez del sujeto inquieta a Gabriella.
Ver en todo su esplendor el cuerpo de un joven desnudo, despierta en ella sensaciones y deseos que creía estaban muertos.

Momentos después de verlo desnudo, se topa afuera de su departamento con este tipo, quien dijo llamarse Elia (Giacomo Gianniotti).
Elia le dice que su camioneta está descompuesta y le solicita su celular para hablarle a la grúa a lo cual ella accede.
En eso se viene la lluvia y Gabriella se apena al ver a Elia empapado, por lo cual  lo invita a su departamento para que espere ahí a la grúa.
Al llega, le ofrece una camiseta de su hijo para que se cambie y justo cuando le dice que si pasa al baño para ponérsela, él astutamente se despoja de su camisa, mostrando un físico que impresiona y seduce a Gabriella.

Por medio de este romance que empieza de manera carnal para después cruzar del sexo al amor, es cuando “Engaño” atraviesa por las reglas de las edades, que principalmente  afectan a las mujeres mayores.

La historia de “Engaño” es un juego de ajedrez impresionante y deslumbrante. La precisión con la  que el director mueve a sus personajes es un imán para no soltar ningún capítulo hasta saber quién engaña a quién.

Porque aquí no todos tienen el valor de enfrentar sus realidades.
No todos pueden vivir la vida a como ellos quieren sin el temor al “qué dirán” o al miedo de afrontar la presión de las “normas establecidas” por la sociedad.

La virtud de “Engaño” es su narrativa; ágil y plena de intriga y de muchas escenas candentes muy bien cuidadas.

El trabajo de Monica Guerritore es audaz, fuerte y con un marcado  trabajo actoral.

Giacomo Gianniotti asume con extraordinaria naturalidad de hombre que irradia sexo, de un hombre atractivo que sabe usar su cuerpo ante hombres, (sin caer ante ellos) y mujeres con tal de conseguir esa vida de lujos que tanto ama.

Donde la producción  falló con Gianniotti es que no hubo más presupuesto más que para un “calzoncillo” que mostró de inicio a fin de la serie.

“Engaño” está en Netflix,  es una serie italiana, compuesta por seis episodios que le aseguro, se los “devorará” en una sola tirada.

Me fascinó la frase con la que Gabriella describe su historia con Elia: “Antes de morir de desilusión,  prefiero el engaño que da la vida”

“Engaño” está de 10 por todo, pero más por Gabriella y Elia, sacan lumbre de la pantalla, se los aseguro.