Los actos de bondad son los que mantienen viva la esperanza, con eso me quedo después de ver la película turca “Un hombre abandonado”, 2025, “Abandoned Man” en inglés y “Metruk Adam” en su idioma original.
No sé usted, pero yo soy un llorón de primera.
Me gustan las películas que estrujan el corazón y arranquen una que otra lágrima.
¿Será por eso que me encantó este filme dirigido por Çağrı Vila Lostuvalı?
¿De qué trata “Un hombre abandonado”?
Trata de prejuicios, pobreza y desesperanza y de lo rota que puede estar el alma de un hombre.
“Un hombre abandonado” es un drama escrito por Deniz Madanoğlu y Murat Uyurkulak que no sólo habla de lo que la bondad e inocencia de una niña puede lograr en la vida de un hombre destruido por su propio padre y hermano.
“Un hombre abandonado” también retrata los problemas más duros y crueles de un Turquía ahogado en la pobreza, el desempleo, la desigualdad y la estigmatización.
Por decisión de su padre y de manera injusta, a los 14 años de edad, Baran (Mert Ramazan Demir) va a la cárcel a pagar por un crimen automovilístico que cometió Fatih, su hermano mayor.
Este, al huir de los hechos, provoca que la policía vaya por él a su casa y en un acto de total irresponsabilidad, el papá de ambos entrega a las autoridades a Baran, pensando que por ser menor de edad, la sentencia sería leve.
Una vez en prisión, Baran pasa 14 años duros y violentos, 14 años acumulando odios y rencores hacia su familia.
Cuando cumple su condena, su hermano Faith va por él y lo lleva a su casa, donde vive con su esposa y su pequeña hija Lidya (Ada Erma).
Es obvio que el rencor que siente Baran por su hermano no le permite ni tan siquiera un abrazo de él por lo que decide sólo pasar una noche en su casa.
Pero el destino le tiene reservado a Baran una nada grata sorpresa: Un accidente acaba con la vida de la mamá de Lidya y en ese percance su hermano queda en coma, postrado a la cama de un hospital.
¿Quién cuidará de Lidya?
El drama escrito por Deniz Madanoğlu junto con Murat Uyurkulak lleva a Baran a cuidar de su sobrina y enfrentar el mundo sin un peso en el bolsillo y cargando a cuestas sus antecedentes penales que no le permiten que el panorama sea gratificante.
El relato de “Un hombre abandonado” nos lleva de la mano como poco a poco el trueque del amor y el abandono se funden en un sólo sentimiento,
La inocencia de Lidya reparara el corazón lastimado y abandonado de Baran, y él a su vez, le ayuda a sobrellevar la muerte de su madre.
La realidad de Baran es desoladora, siente que las deudas y la falta de trabajo lo aplastan y lo hacen sentir como un perdedor, pero su sobrina le brinda fe y amor para luchar contra la adversidad.
Admiro el trabajo actoral de Mert Ramazan Demir, su rol de hombre posesivo y neurótico en la serie turca “El chico de oro”, (“Yali Capkini”), 2022, es fabuloso y en “Un hombre abandonado” no es la excepción.
“Un hombre abandonado” está en Netflix.
Se las recomiendo.
Y en una escala de 5 al 10 sin duda alcanza un 8.