Rabiosamente sórdida
y atrevida
En los 80s, “Cruising”, (“Encrucijadas”) fue el escándalo total.
William Friedkin, (director de “El exorcista”) estaba poniendo a un sector de la comunidad gay de NY como seres feroces que se mataban entre ellos sin piedad alguna.
La película fue condenada por la Gay Activist Alliance y la Gay Task Force quienes se le echaron encima al director argumentando que la película era una provocación homófoba, que solo serviría para que los gays sufrieran más agresiones
Aunque a decir verdad, la lectura de “Cruising” nunca fue por ese camino, cierto, abusaba de escenas lascivas y de sexo promiscuo por demás explicito y “sucio”, que al final de la jornada, el director tuvo que “tumbarle” más de 40 minutos de película para que pudiera entrar a las salas de cine sin ser clasificación “X” .
La critica no fue nada gentil con el filme y la comunidad se fue contra la taquilla para obstruir su estreno.
“Cruising”, es una película nada noble que retrata un mundo de hombres que buscan sexo obstinadamente sin importar que hay un psicópata recorriendo los clubes gay de la ciudad de Nueva York para asesinar brutalmente a homosexuales.
Steve Burns, (Al Pacino) un policía heterosexual, recibe la orden del capitán Edelson (Paul Sorvino), de la división de homicidios del Departamento de Policía de Nueva York para que se vista con ropa de cuero y se lance a frecuentar los locales de sadomasoquismo de los bares de cuero en Greenwich Village.
Burns tiene todo el prototipo de las víctimas, atractivo, varonil y de buen cuerpo; no batalla en lo absoluto para entrar a ese mundo sórdido, een el cual queda subyugado….¡y atrapado!.
Pero a medida que Steve se va sumergiendo en ese mundo, peligrosamente Burns empieza a identificarse con la subcultura más de lo que esperaba.
“Cruising” es una película profundamente extraña, tan extraña que Al Pacino ofrece una actuación fría, sin alma, hueca y en todas las escenas se ve agotado, sin expresión.
Ya después el director reveló que Pacino nunca se sintió cómodo con el papel ya que al terminar cada escena, se escabullía para no convivir con nadie.
“Cruising” está en MAX y vale la pena que le eche un repaso siempre y cuando no se escandalice al ver a Al Pacino en situaciones amorosas con otros hombres.
En una escala de 5 al 10, “Cruising” merece un 9, alcanzaría un 10 pero las
escenas de asesinato son visualmente tan incómodas como impactantes