El cantante se presentó la noche del miércoles ante una Arena Monterrey que no lució a su máxima capacidad, como se esperaba
Luis Miguel:
Sin riesgo alguno
Por: Michael Quaid
Luis Miguel tiene en Monterrey un público cómplice de sus canciones y de su nueva “modalidad” de cantar.
Y eso se pudo percibir la noche del miércoles, cuando el cantante presentó un espectáculo sin riesgo alguno ante una Arena Monterrey que no lució a su máxima capacidad, como se esperaba.
Pero ese no fue motivo para que los que asistieron cantaran cada una de las piezas musicales que ofreció el artista.
En el show no hay sorpresa ni riesgo alguno.
Sigue siendo el mismo espectáculo que viene presentando desde hace muchos, pero muchos años.
Entonces…¿cual es la novedad en ver y escuchar a un cantante que evidentemente ya no brilla vocalmente como hasta hace algunos ayeres?
Quizá sea el temor de una despedida “prematura” de los escenarios.
Tal vez el que ya no vuelva a pisar tierras regias y siga su próxima gira por Europa…¡si es que la hay!
Cualquiera que sea la razón o el motivo, la gente le sigue perdonando año tras año que como cantante sigue instalado en su zona de confort: Mismo repertorio, mismos “saltos” en el escenario, mismos “regaños” a sus músicos y no se podría decir que la misma ropa, porque ahora es talla diferente, luce mucho más delgado.
El banquete musical arrancó en punto de las 21:10 horas con esos clásicos indispensables como “´ Será que no me amas”, “Amor, amor, amor”, “Culpable o no”, “Te necesito” y “Dame”.
El valor del concierto recae y en mucho, en esa espléndida orquesta que enaltece cada una de las melodías.
También hay que destacar las voces estupendas de sus coristas, siempre al acecho para salir en defensa cuando “Miky” no logra aquellas notas paralizantes a los que por décadas tuvo acostumbrado a su público.
Hubo piezas que no brillaron por su ejecución como “Por debajo de la mesa”, del maestro Armando Manzanero, pero sacó la casta en “Como yo te amé” , “Solamente una vez”, “Todo y nada” y “Nosotros”.
Siguió con su peregrinar musical: Un hombre busca una mujer”, “Cuestión de piel”, “Fría como el viento”, “Tengo todo excepto a ti” y “Entrégate” complementaron el show.
Con el mariachi interpretó “La bikina” y “La media vuelta” para volver a las baladas como “Palabra de honor”, “La chica del bikini azul”, “Isabel” y “Cuando calienta el sol” para dar por terminado su show a las 22: 40 horas con algunos desganados “otra, otra, otra”, petición que desde luego no atendió el llamado “Sol de México”.