La película “Cuckoo” sostiene un terror que perturba e inquieta de manera eficaz; cumple con todo lo que exige este género
Por: Miguel Angel Arritola
Cuando entrevisté a la escritora estadounidense Melissa Albert en las jornadas de La Feria del libro de Monterrey 204, le pregunté cuál era la película más aterradora que había visto este año y su respuesta fue “Cuckoo”.
Me dio sus argumentos y no está por demás decir que Melissa Albert tiene en su haber dos libros de terror y suspenso increíbles.
Siguiendo su vital recomendación me puse a ver “Cuckoo” y me quedé asombrado por dos cosas: por el nuevo estilo de crear terror y por la manera de ambientar una película para que de principio a fin pensemos que estamos viendo eso, una película de terror.
Quizás “Cuckoo” tiene serios problemas en el guión, hay tantas redes y tantas situaciones raras que uno termina diciendo “qué diablos estoy viendo”, pero no podemos dejar de verla.
Eso sí, tengo que admitir que hay una escena que me erizó la piel, quizás esta escena es una de las más terroríficas que haya visto en los últimos años.
La historia va más o menos así:
Gretchen (Hunter Schafer) es una joven rockera que se muda a un complejo turístico alpino con su padre (Márton Csókás), su madrastra (Jessica Henwick) y su hermanastra (Mila Lieu).
Gretchen es una adolescente de aspecto raro y de actitud desoladora.
Al instalarse en su nueva casa, es evidente que nadie de la familia la soporta y su padre, en un afán de quitársela de encima, le propone que trabaje medio turno en un hotel propiedad de la familia.
La chica accede de inmediato porque es palpable que ella tampoco soporta a su “nueva familia”.
Entra al hotel a trabajar como recepcionista y desde el primer día, la chica empieza a darse cuenta que hay cosas raras que suceden en este lugar.
Al salir del trabajo, ya de noche, emprende en bicicleta su camino a casa y es ahí cuando se da cuenta que de entre el bosque hay alguien que la sigue y que evidentemente quiere algo de ella.
A lo largo de este largometraje del escritor y director Tilman Singer todo es desquiciante, de hecho, “Cuckoo” es una película que no se disculpa en ningún momento por ser absurda, en ocasiones desquiciante y otras tantas descabellada.
Pero si le buscamos la lógica a estas películas de terror, seguro que no existirían cintas como “El Exorcista”, “Carrie”, “El bebé de Rose Mary” y tantas que van de lo creíble a lo nada pero nada creíbles.
“Cuckoo” me gustó, pero siempre que veo este tipo de filmes me pregunto una y otra vez, por qué se pierden en el camino, cuando el terror debe ser capaz de llegar a su fin de manera decente, pero en fin.
“Cuckoo” está de 8, pudo alcanzar el 10 pero como bien dije antes, se perdió en la recta final.